
Este cambio de paradigma de Marilyn, frente a la tendencia relacional adivinatoria de much@s, me ronda bastante últimamente.
La primera vez que pensé en ella, hace ya unos meses, fue a través de Penelope Boñar y uno de sus post Comunicación Consciente. En esa ocasión compartí plenamente la reconversión de la frase y aunque hoy la mantengo volver a cruzarme con ella me ha dado que pensar.
¿Y si YA NO LO QUIERO no estuviera del todo mal enfocado? Me explico.
Si te lo tengo que pedir… ya no lo quiero porque quiero que seas libre, que no TENGAS QUE hacer algo o comportarte de algún modo porque te lo pedí. Soy defensora de la expresión verbalizada como fortalecimiento de las relaciones y de la salud psicoafectiva de las personas pero también valoro los sanos vínculos construidos sobre la empatía y la reciprocidad. Con lo que…
Sí, si te lo tengo que pedir lo haré, sin pretender que me leas la mente, pero quizás alguna vez cuando sienta que te lo tengo que pedir porque eso no te nace o no va contigo NO LO HARÉ y dejaré de quererlo porque te respeto y también te quiero a ti.