Ser seres sociales por naturaleza no garantiza relaciones humanas de calidad.
No hay nada de malo tampoco en que esa necesidad de asociación, de fábrica, no venga perfectamente programada en el paquete pero si es conveniente tenerlo presente si deseamos tener relaciones , personales y profesionales, más satisfactorias y sanas.
En ocasiones damos por sentado que tener una cualidad de forma innata lo es todo sin embargo, en la práctica, si nos confiamos seguramente terminemos dándonos cuenta que no es así completamente.
- Ser hablador no te convierte en un buen comunicador
- Ser sincero no te hace asertivo
- Ser emocional no implica ser empático
Es cierto que poseer ciertas facilidades aligera el trabajo y favorece que los resultados sean más visibles y sencillos de alcanzar, apenas comenzamos a trabajar sobre ellos, pero igualmente nos pide de nosotros/as mismos/as para llegar a su formato ideal.
Las relaciones humanas y la comunicación mantienen un vínculo muy estrecho que no siempre manejamos con habilidad; bien por omisión de información o por verborrea mental.
Analizar y preparar, siempre que se tenga oportunidad y de forma consciente, cómo interactuamos con los demás probabilizará que el mensaje sea procesado y encajado por el otro tal y como se pretendía al ser pronunciado o notificado.
